miércoles, 28 de diciembre de 2011

Dejar correr las lágrimas


En  la noche de navidad, Juli le contó a Camilo como Koleia le había enseñado a llorar. A llorar cuando leía Chiquita encerrada en su cuarto y se estremecía con la belleza de un pasaje, tal cual como había escuchado a Kole varias veces hacerlo en su cama, en la sala, en un parque, en la cocina. Juli había aprendido a dejarse conmover hasta las lágrimas cuando había algo que la tocaba profundamente sin importarle que la gente que la rodeaba lo entendiera o no.

 Yo ayer lloré intensamente, pero no como mi último día en Londres en el templo budista que derramé unas lagrimitas de agradecimiento porque Juli me había cuidado el dedito, no, ayer berreé y berreé.

Lloré por la dos, por Kole y por Juli, por todo lo que han significado en mi vida, por todo los que hemos vivido juntas, porque abrieron mis ojos al mundo, porque me han hecho despertar una parte de mí que estaba dormida, porque me motivan, porque me impulsan, porque que me inspiran, porque me quitan el miedo, porque me hacen reír, porque me abren la mente, porque me sostienen, porque son capaces de ver en mí algo que ni yo misma puedo ver. Sin embargo, creo que no era eso lo que más me hacía llorar ayer, creo que lo que más me conmovía era sentir que me amaban, a mí y a mi frijolita.

Y yo lloraba y mi frijolita me pateaba, y gemía y me volvía a patear. Y yo me sentía triste de que ustedes estuvieran tan lejos, pero al mismo tiempo sentía un amor tan grande... Ustedes dos (y Cami y la frijolita) hicieron mi navidad, me hicieron tomar conciencia de un amor muy grande que nos acompaña  y que no sentía con tanta intensidad desde esos días en que Kole nos organizaba, a Juli y a mí, planes y hasta fiestas para sacarnos de la desolación de esos días previos a mi viaje a Londres.

Ayer, para consolarme, Cami me dijo que viera lo bonito, que no pensara en lo malo, así que decidí que voy a hacer eso cuando me sienta mal, voy a sentir su amor, como espero que ustedes sientan el mío en todo momento. 

3 comentarios:

  1. Despues de botar la lagrima con este mensaje, lo unico que puedo decir es que en 2012 prometo cambiar para ser buen ejemplo para la frijolita, solo para que no se la vayan a comer apenas nazca. jeje. te adoro, mamasita. Bueno, Juli, a vos tambien pues, pa que no llores como yo, ya que aprendiste! Y bueeeeeno, a Cami y Pine tambien los tengo en la buena. Amen

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  2. ¡¡Pero si es primero de enero!! Esas cosas no se dicen en fechas como esta. ¡Ay nos estamos volviendo viejas! El guayabo, el olor a hierba en el pelo, la cocina vuelta mierda, cuatro de la tarde y siete personas aún en mi casa, entro a trabajar a las 5:30, mensaje de Vivi, ilusión por la frijolita, recuerdos de Kole, ¿Quién no hace pucheros?
    Felicidad para el 2012. Las llevo siempre en mi corazón y conversamos en mis oraciones.

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  3. Que cosa tan bonita este mensaje. Me conmovió el corazón y me hizo asomar la lagrima. Clarissa dice que llorar permite que el río siga corriendo, y eso solo ya vale la pena. Salud por las lagrimas que también son vida.

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